La Navidad es mucho más que unas luces en la calle o un deseo
estereotipado comentado con cada conocido. Es un espíritu de
solidaridad. Es un deseo de querer hacer mejor las cosas. Es recordar a
quien no está y disfrutar con quien está. Es pedir perdón y perdonar. Es
sacar fuera lo mejor que tengamos dentro de nosotros. Es pensar en
quien peor lo pasa. Es compartir el don más preciado que tenemos con los
demás, nuestro tiempo. Es vivir cada día como si fuese la última
oportunidad de arreglar las cosas. Es ser agradecido con lo bueno que
tenemos en nuestra vida. Si vives estos sentimientos, no necesitarás que
te desee FELIZ NAVIDAD... ya la estarás viviendo. Sólo te deseo que ese
espíritu no te abandone el resto de los días de tu vida.
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