viernes, 20 de enero de 2012

Saludo

A pesar de ser un animal social y habernos reunido en grupos organizados desde que salimos de las cavernas, el ser humano sigue encontrando un gran problema en la convivencia diaria con sus semejantes. 

Es usual (sobre todo en las grandes ciudades) el hábito de caminar absortos en nuestros problemas, yendo a toda prisa, de un lado para otro, sin pararnos a saludar. Entramos en el ascensor o en un comercio y comentamos muy bajito un "hola" casi imperceptible, como si nos diera vergüenza dirigirnos a otros. Y este hola es respondido, bien con largos silencios que invitan a pensar que te están ignorando, bien con otros holas imperceptibles y de "boquita pequeña" que parecen indicar molestia por parte del saludado. 

Hemos perdido esa cordialidad llana que aún pervive en los pequeños municipios y pueblos, en la que todos se saludan, aunque se vean  varias veces al día. Muchas veces me siento como un intruso interrumpiendo la vida personal de otros cuando llego a la panadería o a un supermercado y comento en voz clara y alta "BUENOS DÍAS", debido a que, como respuesta, recibo una mirada inquisidora de alguien con gesto sombrío que no contesta, dando la impresión de que mi saludo ha molestado.

Me gusta saludar a la gente que me rodea (tanto si las conozco como si no) y es por eso que suelo "perder mucho tiempo" en hablar con el frutero, la panadera, los padres que llevan a sus hijos al colegio o el cartero que me trae el correo. Y soy de los que saludo a todo el desconocido con el que me cruzo por la calle.

Las modalidades de saludo son amplias para poder escoger en cada momento el más apropiado para cada persona y situación. Desde el simple "HOLA", hasta el sofisticado "QUE TENGAS UN BUEN DÍA" o el cercano "ILLOOOOO", siempre intento tener un acercamiento social y cordial con quien se cruza conmigo.

Y nunca espero a que me saluden, ya que de ser así, en más de una ocasión contribuiría a ese ambiente de incomunicación e introversión que hemos creado en nuestra sociedad industrializada. Siempre tomo la iniciativa del saludo como acercamiento a las personas que me rodean, y esta actitud me ha llevado a que personas reacias a la comunicación se abran a una conversación.

Paa terminar esta reflexión, me gustaría compartir con vosotros la letra de unas sevillanas de los Romeros de la Puebla que dicen lo siguiente:

SI TE DOY LOS BUENOS DÍAS
ESFUÉRZATE EN CONTESTAR
QUE MI ABUELO ME DECÍA
QUE QUIEN NO DA BUENOS DÍAS
¿QUÉ ES LO QUE TE PUEDE DAR?