Hay dos caminos a elegir cada mañana: 1) Quejarte del colchón que te
deja la espalda hecha polvo y lamentar no poder comprar uno nuevo de
momento. 2) Agradecer a tu viejo colchón que te recuerde hacer
estiramientos y ejercicios diarios. Me voy a los estiramientos #PensamientoPositivo
miércoles, 13 de enero de 2016
martes, 12 de enero de 2016
Motivación
Una vez pasada la frontera de los cuarenta, la vida cambia. Los que ya
tenemos dígitos detrás del cuatro o del cinco vemos como el paso del
tiempo nos trae entierros en lugar de bodas, y vemos como aquellos
artistas que nos impactaron o marcaron momentos de nuestras vidas se van
de este plano de la existencia. Tenemos que luchar día a día por
encontrar nuevas ilusiones y nuevas experiencias que compensen de alguna
forma esas pérdidas si no queremos convertirnos en viej@s amargad@s.
Y no es un ejercicio fácil, porque en esta etapa de la vida recibimos
demasiadas noticias negativas, bien vía noticias de asesinatos y/o
catástrofes, bien de problemas que afectan a los que nos rodean. Por
todo esto es tan importante buscar todos los días una ilusión, un motivo
para sonreír y una excusa para aparcar los problemas... Y tomarnos este
ejercicio como nos tomamos la pastilla de la tensión: obligatoriamente y
a diario. Y para ello, nada mejor que acercarse al que destile buenas
vibraciones y alejarse de personas tóxicas y amargadas, esas que
convierten sus problemas en algo que sucede por culpa tuya o te hacen
sentir responsable de sus desgracias. Seamos felices, que la vida es muy
corta para pasarla peleando o amargados.
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